Título de Especialidad en Psicología Clínica

Dicho título se crea en 1998 mediante el Real Decreto 2490/1998 con el fin de regular la labor del Psicólogo dentro del campo de la sanidad.

Lo obtienen aquellas personas que, tras haber cursado una licenciatura en Psicología Clínica han conseguido acceder a la formación como Psicólogo Internista Residente (PIR) mediante una oposición oficial, dicha plaza como PIR permite complementar la formación durante 4 años más como Residente en un Hospital en el ámbito de la salud mental.

Habilita al Licenciado en Psicología como un especialista más del campo de la sanidad en todo el Territorio Europeo  y le permite realizar labores de Evaluación, Diagnóstico y Tratamiento en las enfermedades y trastornos mentales.

FORMA DE TRABAJO

El Psicólogo Clínico es el profesional que ayuda a las personas a dar cambios tendentes a mejorar tanto su situación personal interna como externa. Parte de la base de que en las personas siempre es posible cambiar “algo” para conseguir dichos objetivos.

Dado  que cada persona es un ser individual que piensa, siente, actúa y se relaciona de forma idiosincrática, y teniendo en cuenta que los seres humanos son complejos y multifacéticos, la primera actuación del Psicólogo Clínico siempre será la Evaluación individual del sujeto y de su situación con el fin de obtener un Diagnóstico de la problemática que presenta la persona y, a partir de dicho Diagnostico, proponerle el  Tratamiento más adecuado a su problemática particular.

Con esta finalidad  la Psicología Clínica ha desarrollado a lo largo de su evolución diferentes modelos que explican tanto al sujeto humano, como ese «algo», o situación en la que este se  encuentra y  los posibles cambios a realizar para conseguir dichos objetivos terapéuticos.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad se ha producido un gran avance en las técnicas de cambio y desarrollo de la persona debido a múltiples factores tales como: mayor difusión de dichas técnicas terapéuticas, los avances tecnológicos y científicos, mayor sensibilidad social respecto a la salud mental, mayor participación de los Pacientes en su proceso terapéutico (deciden ellos antes que “otros profesionales de la salud” sobre su futuro y su felicidad), un cambio en el foco de trabajo (anteriormente era la “enfermedad” y actualmente se centra en el desarrollo de la persona y la prevención de los problemas. Se dirige tanto a las personas normales como a las neuróticas y el objetivo es el desarrollo de sus potencialidades), una orientación ecológica, realista y económica de los tratamientos y una visión de la persona no como objeto inmóvil sino como un proceso que se desarrolla en el tiempo.

De las investigaciones realizadas sobre los modelos más representativos desarrollados hasta la actualidad se ha demostrado que los que alcanzan mejores resultados en multitud de problemas de tipo psicológico y con la menor inversión de tiempo en los tratamientos son los modelos Cognitivo Conductuales.

Es principalmente desde este modelo desde el que se trabaja en la Consulta de Mercedes Perandones sin menospreciar otras muchas técnicas concebidas desde otros modelos y que han demostrado su utilidad con ciertas patologías.