TRASTORNO BIPOLAR (MANIACO-DEPRESIVO)
Consiste en cambios extremos en el estado de ánimo desde una extrema felicidad y mucha actividad y energía (Manía), hasta la depresión y baja actividad o energía (Depresión).
Es un trastorno que afecta por igual a hombre y mujeres, comienza frecuentemente en la adolescencia o primera juventud (entre los 15 y 25 años). Se sospecha que existe una base genética pero se desconoce la causa.
La fase maníaca puede durar días o meses, el Paciente sufre de distracción fácil, exceso de participación en actividades, insomnio, no es capaz de discernir, comportamientos imprudentes, falta de autocontrol, puede hacer compras excesivas, beber en exceso, consumir drogas o tener conductas muy promiscuas, hacer apuestas o tener gastos excesivos. Su estado de ánimo suele ser muy irritado, a nivel cognitivo puede tener pensamientos muy rápidos, hablar mucho y tener creencias falsas sobre si mismo o sus capacidades.
La fase depresiva presenta los síntomas propios de la depresión.
El riesgo de suicidio es muy grande en ambas fases, también tienen mucho riesgo de consumir alcohol o sustancias adictivas con lo que empeora su pronóstico.
También pueden ocurrir juntos tantos los síntomas maníacos como los depresivos, se dice entonces que presenta un trastorno mixto.
En el tratamiento del trastorno bipolar es necesario la medicación, desde la psicoterapia, el objetivo será hacer que los episodios tanto maníacos como depresivos sean menos frecuentes e intensos para que el Paciente pueda llevar una vida de más calidad y adaptada a su entorno y prevenir las autoagresiones y el suicidio. Con un tratamiento adecuado el Paciente bipolar podrá llevar una vida normal dentro de los límites que marque su enfermedad.
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