Imaginemos que alguien que no nos conoce quisiera hacer hoy en día un estudio de la situación de las mujeres en nuestra sociedad, imaginemos que comienza investigando en nuestra Constitución y nuestras Leyes, vería una situación de igualdad entre hombres y mujeres e incluso de discriminación positiva a favor de las mujeres, en especial con las Leyes que hay actualmente en contra de la violencia de género, según las cuales, por ejemplo, el que un hombre ejerza violencia contra una mujer se considera delito y el que una mujer ejerza violencia contra un hombre se considera una falta.

En el terreno de la educación: se encontraría a nivel de primaria y secundaria que, hoy en día, tanto niños como niñas tienen las mismas oportunidades de estudiar, e incluso que las niñas tienden a sacar mejores notas que los niños y son más estructuradas en el sentido de que faltan menos a clases y cumplen más con las normas de los centros escolares.

En los niveles de Formación Profesional y Universitarios se encontraría con grandes diferencias en la elección de algunos estudios, encontrándose estudios mayoritariamente masculinos, tales como ingenierías, arquitectura, módulos de electricidad, de mecánica, etc. Y otros estudios mayoritariamente femeninos tales como: magisterio, trabajo social, enfermería, carreras de letras y de humanidades, módulos de jardín de infancia y también en carreras como farmacia. Las profesiones masculinas son mucho más valoradas y mejor pagadas que las femeninas.

En el terreno de las empresas seguramente le llamaría mucho la atención el hecho de que los puestos mas bajos están mayoritariamente ocupados por las mujeres, mientras que los puestos de dirección están mayoritariamente ocupados por los hombres. También vería que las mujeres, en una franja de edad entre los 28 y los 35 años descienden muchísimo en el mercado de trabajo o aceptan puestos de trabajo con flexibilidad horaria, mal pagados y en muchas ocasiones sin seguridad social. Estas mujeres hacen un proceso inverso al de los hombres en esta franja de edad. Ellos suelen consolidar sus puestos de trabajo, acceden a puestos de mayor valoración social, mejor pagados y con mayor seguridad en el futuro. Esto a nuestra persona estudiosa le llamaría la atención, y más teniendo en cuenta que las niñas en la edad escolar eran las más responsables y las que mejores notas sacaban.

En el terreno de la política, suponiendo que analizara los tres poderes que rigen en nuestra democracia se encontraría:

  • Dentro del Poder judicial, un mayor número de magistrados y jueces que de magistradas y juezas.
  • En el Poder legislativo, tanto en el Senado como en el Congreso, vería también mucha mas participación de hombres que de mujeres.
  • Y en el Poder Ejecutivo, en el gobierno, hoy vería bastante igualado el número de hombres y de mujeres pero se enteraría que es de forma forzada y que en ningún gobierno anterior ha ocurrido esto, siendo siempre muy superior el número de hombres que de mujeres.

En el terreno de las familias quizá es donde mas diferencias encontraría nuestra persona investigadora. Vería enormes diferencias en la educación de niños y niñas en la mayoría de las familias. Los juguetes son distintos, el espacio concedido para jugar a niños y niñas es mayor para los niños en general, los horarios impuestos son distintos, las tareas asignadas a niños y niñas en el hogar son distintas, siendo las niñas las que más tareas asumen y, sobre todo, los modelos que ven los niños y niñas en sus propios progenitores son muy diferentes, viendo a las madres, como modelo femenino, ocupadas del cuidado de los demás, ejerciendo un trabajo de amas de casa que no se considera trabajo y que por tanto, no tiene ninguna remuneración, y a los padres ocupados en trabajos externos al hogar, valorados socialmente y remunerados.

En el terreno de lo social y cultural también encontraría grandes diferencias, las mujeres suelen ser mucho mas participativas en temas culturales, son las que más cursos hacen, participan más en asociaciones y actos culturales, etc. También le llamaría la atención nuestra Oficina Municipal de la Mujer y el hecho de que en el Ayuntamiento exista una Concejalía llamada de la Mujer y de Asuntos Sociales. Quizá esto pudiera llevarle a pensar que en nuestro país el ser Mujer significa ser un Asunto social.

Si alguien pudiera explicarle a nuestra persona investigadora que hace solo 74 años que en nuestro país las mujeres pueden votar, que anteriormente tenían cerrado el paso a las Universidades y al mundo laboral, que los colegios eran distintos para niños y niñas, que los niños aprendían matemáticas, lengua, física, etc. Y las niñas aprendían labores, cocina, a cantar, etc. Que las mujeres que conseguían ser científicas, literatas, médicas, filósofas, (que las había), eran invisibilizadas socialmente y para que se permitiera salir a la luz sus obras tenían que ponerse nombres masculinos o darles los premios que ellas merecían a los miembros masculinos de sus equipos. Que a las mujeres solo se les permitía el papel de esposas y madres y siempre dependientes de un hombre, primero el padre y luego el marido, que, por ejemplo, según las leyes que regían no hace mucho tiempo en España, una mujer no podía heredar sin el consentimiento por escrito de su marido y que sus bienes eran administrados enteramente por el marido. Quizá todo esto le serviría para entender algunas de las actuaciones que desde las Leyes y desde las Administraciones Públicas se están haciendo a favor de las mujeres, las llamadas Acciones Positivas.

La labor social de la mujer ha sido tradicionalmente invisibilizada , la concepción del mundo y la organización social era una construcción exclusivamente masculina y han sido muchas las mujeres que han luchado a lo largo de la Historia para cambiar estas cosas, muchas las que han participado en todos los movimientos sociales, culturales y políticos junto a los hombres pero que han sido ignoradas o escondidas o guillotinadas como OLYMPE DE GOUGUES y sus compañeras en la Francia de 1793 por proclamar los derechos de la mujer y de las ciudadanas tras haber proclamado el nuevo Gobierno Francés tras la revolución Francesa los Derechos de los hombres y de los ciudadanos.

La situación de la mujer actualmente ha mejorado mucho con respecto a las mujeres anteriores a hace un siglo, pero siguen teniendo grandes retos por resolver.

Uno de los mayores retos que tienen las mujeres actualmente es superar los estereotipos tradicionales sobre los hombres y las mujeres, la tradición no es gratis, se transmite de generación en generación.

En los cuentos, por ejemplo, se ve muy bien los diferentes estereotipos masculino y femenino de nuestra cultura. Podríamos contar, por ejemplo el de la Bella Durmiente, cómo la protagonista está adornada por cualidades otorgadas como un don por las diferentes hadas buenas, tales como la belleza, la inteligencia, el buen carácter, el don de bailar con gracia, el de andar como un ruiseñor y el de tocar cualquier instrumento a la perfección. Una vez que la maldición de la bruja deja a la protagonista durante 100 años dormida, el único que puede salvarla es un príncipe valiente y aguerrido que va de cacería y se encuentra el palacio de la Bella Durmiente, solo él con su beso puede despertarla y hacerla feliz.

Este es solo un ejemplo, hay muchos en nuestra cultura, La Cenicienta, Blanca Nieves y los siete enanitos, etc. Todos ellos transmiten modelos femeninos en los que la mujer es dependiente de los hombres, ellos la salvan, son los príncipes azules, los que tienen el poder, ellas suelen esperar, dormidas o esclavizadas a que llegue el príncipe azul que las libere, siempre son ellos los que salvan a nuestras protagonistas femeninas que son hermosas y sumisas.

Esos estereotipos son los que hacen que, en general, a las niñas se las educa para ser más estructuradas, más sumisas, por eso las niñas suelen sacar mejores notas en los colegios y cumplen mejor las normas.

A los niños se les educa para ser mas autosuficientes, más fuertes, para tener voluntad propia, esto les hace ser más creativos, también más rebeldes con las normas.

La educación para la sumisión hace que la persona desarrolle una baja autoestima y esto hace que sea menos capaz de enfrentarse a retos, esto explica el que las niñas elijan carreras con peores salidas laborales y peor pagadas, pero consideradas más fáciles, es como si no se sintieran capaces de hacer carreras más difíciles a pesar de ser mejores estudiantes que los niños. También tienen que enfrentarse con los prejuicios sociales de esa tradición que ve mal a las mujeres en ciertas profesiones.

Hay muchos estudios que demuestran que en general las mujeres tienen una autoestima mucho más baja que los hombres.

La autoestima es un elemento muy importante en la psicología de la persona.

Para hablar sobre la autoestima quizá lo primero que tendríamos que hacer es definir lo que queremos decir con la palabra autoestima.

No todo el mundo quiere decir lo mismo con esa palabra, incluso entre los autores que han escrito sobre este tema no existe acuerdo.

Unos se refieren a un sentimiento generalizado acerca de uno mismo. Otros lo ven mas como la suma de un conjunto de juicios acerca del propio valor y de las propias competencias en diferentes áreas. Yo me referiré a la autoestima como las dos cosas juntas: el sentimiento sobre uno mismo y la valoración que la persona hace sobre sus propias competencias.

Hay un autor y psicólogo muy importante: William James que interpretó la autoestima como una ecuación entre dos variables:

                            Los Éxitos comprobados en la realidad

Autoestima = ———————————————————–

                            Las Pretensiones sobre uno mismo

Ambas cosas se relacionan íntimamente, de forma que si soy una persona que he tenido muchos éxitos en la vida es muy probable que tenga una autoestima muy alta pero si mis pretensiones soy muy altas es más difícil que llegue a tener éxito y esto hará más difícil que pueda tener una alta autoestima.

La historia en nuestra cultura ha ocultado sistemáticamente los éxitos de las mujeres en el terreno de lo público, ellas no podían ser científicas, ni literatas, ni ninguna función fuera del hogar y del cuidado de los hijos, la mujer vivía en el terreno de lo privado, mientras los hombres ocupaban el terreno de lo público. Las pretensiones que las mujeres tenían sobre si mismas estaban ajustadas a este terreno de lo privado.

Actualmente, ambas cosas han cambiado. Las mujeres pueden ocupar el terreno de lo público, son científicas, abogadas, literatas, etc. Y pueden obtener éxitos en estos terrenos pero las pretensiones también han cambiado mucho. Las mujeres hoy en día se exigen a sí mismas muchísimo mas que las de hace 100 años.

Hoy en día ser una mujer 10 significa ser trabajadora, madre, ganar dinero, ser guapa, deportista, inteligente, culta, cuidar de los hijos y del marido, ser una anfitriona perfecta, estar delgada, manejar las finanzas, estar al día en las noticias y estar siempre con una sonrisa y un aspecto impecable para atender a los demás. Esto, que es algo imposible de conseguir para ningún ser humano, influye poderosamente en la autoestima de las mujeres que se ven sobrecargadas e incapaces de llegar a su meta.

Existen grandes diferencias entre las personas que tienen una alta autoestima y las que la tienen baja, podríamos resumirlo de la siguiente manera:

AUTOESTIMA ALTA

AUTOESTIMA BAJA

  • Su Autopercepción adecuada y favorable.

  • Valoración realista de sus relaciones con los demás.

  • Actúa con independencia y toma iniciativas.

  • Muestra sus sentimientos con libertad y con independencia de la reacción de los que la rodean.

  • Coherente con sus ideas, necesita gustarse a si misma antes que a los otros.

  • Encuentra satisfacción en sus relaciones sociales.

  • Sabe comunicarse y conecta con el sentir ajeno.

  • Afronta nuevos retos aunque no esté seguro. Corre riesgos.

  • Sabe aceptar frustraciones, aprende de sus fracasos.

  • Asumen la responsabilidad de sus propias acciones.

  • Es creativa.

  • No manifiestan sentimientos de inferioridad.

  • Su Autopercepción inadecuada y desfavorable.

  • Desprecia o sobrevalora el afecto de los demás.

  • Necesita que le señalen que hacer y como actuar.

  • Inhibe la expresión de sus sentimientos por miedo a no ser correspondido.

  • Busca ante todo la aprobación ajena y sufre si no la obtiene.

  • Tiene bastantes dificultades para relacionarse.

  • Malinterpreta lo que dicen los demás.

  • Evita situaciones que le provocan ansiedad o inseguridad.

  • Las frustraciones la deprimen. Se hunden cuando algo la sale mal.

  • Atribuyen a la mala suerte, al azar o a los demás los resultados de sus acciones.

  • Prefiere la rutina.

  • Se sienten inferiores a los demás.

 El juzgarse y rechazarse a si misma produce un enorme dolor y, al igual que hacemos cuando tenemos una herida física, evitamos todo aquello que aumenta nuestro dolor, por eso la persona que tiene dañada su autoestima asume menos riesgos sociales o académicos o profesionales, tiene mas dificultades para relacionarse con los demás, para ir a una entrevista de trabajo o para perseguir algo en lo que pudiera no triunfar. Limita su capacidad de abrirse a los demás, de expresar su sexualidad, de ser el centro de atención, de atender a las críticas, de pedir ayuda o resolver problemas. Para evitar nuevos juicios y autorrechazos, levanta barreras defensivas.

 Pero quizá, la lacra mas negativa que arrastramos de nuestra tradición la podemos ver en el machismo, entendido como una filosofía de vida según la cual el hombre, por el hecho de haber nacido hombre, es superior a la mujer y debe ocupar esa posición con su pareja. Cuando estas creencias están muy acusadas el hombre vive el que su pareja se ponga como igual a él, como una agresión hacia su hombría y utiliza la violencia como un medio para restablecer el orden en el que él cree, se producen los malos tratos.

 El maltratador no es un enfermo, ni tiene por que ser violento, es un ser humano con una filosofía de vida que le dice que él es superior por el hecho de haber nacido hombre, que tiene que estar por encima de la mujer y que no puede permitir que esta se le ponga de igual a igual porque esto rompe el orden establecido, intenta mantenerla por debajo aislándola de todas las posibles ayudas que esta pueda recibir tales como las de la familia y las amigas, se encela con los demás hombres y agrede a su mujer psicológica o físicamente con el fin de mantenerla en ese nivel de inferioridad en el que él cree que tiene que estar.

 La mujer que se encuentra en esta situación sufre un proceso de deterioro paulatino que la lleva a un estado de confusión, baja autoestima, incapacidad para decidir, sentimiento de culpabilidad y de depresión, quedando atrapada en esta situación.

Este es un reto importantísimo, no solo de las mujeres de hoy en día, sino que tenemos todos como sociedad, tanto para hombres como para mujeres, las mujeres que cada año y cada mes mueren víctimas de esta violencia machista es solo la punta de un iceberg que esconde mucho dolor, mucha soledad y es una verdadera lacra social.

Otro reto muy importante para las mujeres es lo que se llama el “techo de cristal”. ¿Por qué en el mundo empresarial hay tan pocas mujeres en puestos directivos y hay tantas en puestos inferiores como secretarias, auxiliares, limpiadoras, etc.?. Si como hemos dicho las niñas son más estudiosas y más responsables que los niños, ¿cómo se produce este fenómeno?.

La mujer, comienza muy bien en el mundo laboral y asciende, hasta una franja de edad en la que se frena o desaparece, es en la franja de edad en que tiene los hijos, en ese momento se encuentra en una situación de gran vulnerabilidad, ha de conciliar el cuidado de sus hijos con el trabajo fuera de casa, y suelen ser ellas las que sacrifican su desarrollo profesional, no los padres, los empresarios lo saben y ven en su contratación muchos problemas, en nuestro país la curva que relaciona el porcentaje de sujetos contratados con los años que tienen estos, en los varones es una U invertida entre los 16 y los 65 años, en las mujeres se inicia igual que en los hombres pero a partir de los 28 años da un bajón que luego difícilmente se recupera. La relación entre trabajadores casados y no casados es: en los varones es un poco mas de casados en el mundo laboral que de solteros, en las mujeres ¾ partes de las trabajadoras están solteras y ¼ parte están casadas.

La difícil conciliación entre el mundo laboral y el familiar hace que la mayoría de las mujeres tomen algunas de las siguientes tres alternativas:

  1.  Cada vez retrasan mas la edad de tener hijos o incluso se niegan a tenerlos con el consiguiente perjuicio para todos nosotros como país.
  2.  Tienen los hijos y se dedican a cuidarlos, habiendo un gran número de mujeres jóvenes, cultas y bien preparadas que abandonan el mercado de trabajo en las edades de mayor productividad o compaginan el cuidado de sus hijos con trabajos poco valorados y mal remunerados pero que les permite la flexibilidad suficiente como para poder atender a sus hijos.
  3. Las mujeres que no renuncian ni a ser madres ni a su desarrollo profesional, estas mujeres sufren una carga de estrés tremenda al ver muchísimas veces la imposibilidad de conciliar ambos mundos y esto perjudica su salud y su equilibrio personal con lo cual no están en la mejor de las situaciones para competir en el mundo laboral ni para educar a sus hijos.

Es cierto que cada vez hay mas chicos jóvenes que comparten las cargas familiares con sus parejas pero todavía siguen siendo una minoría.

Esto es lo que hace que, a partir de un cierto nivel de responsabilidad en las empresas, las mujeres desaparecen y de esta forma no ejercen puestos de dirección, es como si ellas tuvieran un techo que no las permite seguir subiendo, es el “techo de cristal”.

Por tanto las mujeres actualmente se encuentran en un mundo muy cambiante, que arrastra tradiciones que han invisibilizado a la mujer y que han promovido un mundo creado por y para los hombres en el que ellos tenían el poder y ellas tenían su puesto como esposas de ellos y madres de sus hijos exclusivamente. Es una mujer que no se conforma con esta situación y que mantiene una lucha tanto interior como exterior para cambiarla. Que busca tener su propio espacio, interpretar la realidad desde su propio punto de vista y desarrollar su capacidad de crear, que actúa sabiendo que forma parte de la mitad de la humanidad y quiere ser la protagonista de su propia existencia.

Las nuevas Cenicientas y Bellas Durmientes van a ser cada vez mas: licenciadas o profesionales que aspiran a ser princesas por ellas mismas, sin esperar a que venga un príncipe a elevarlas a esa categoría, esperan compartir las tareas domésticas con sus parejas y no se asustan si ellas ganan más incluso que sus parejas.

Los chicos tienen también un reto importante para adaptarse a estos cambios, el mayor problema es quizá que los hombres, con estos cambios ganan en cuanto a posibilidades, pueden disfrutar más de sus propios hijos y de compartir sus vidas con compañeras más adultas, más iguales pero también pierden ese plus de poder que tenían antes por el hecho de ser hombres, esto hace que vayan un poco por detrás de las mujeres, pero cada vez hay mas hombres que reclaman su derecho a cuidar de los hijos, que disfrutan con ellos, que asumen responsabilidad con las tareas domésticas y no se sienten menos hombres por ello ni por ganar, incluso, menos que sus parejas.

Por tanto las mujeres de hoy en día al igual que los hombres tenemos una importante misión en nuestra sociedad, la de continuar la revolución que otras y otros empezaron en pro de la igualdad de oportunidades y la de que la mujer encuentre su propio camino como mujeres y como ciudadanas, esto hará que todos evolucionemos como sociedad y construyamos un mundo mucho más justo y más sano.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies